Es un tumor benigno con gran vascularización. No son frecuentes, representan el 2.5 de todos los tumores cerebrales. Se ven con más frecuencia en la fosa posterior cerebral. También pueden encontrarse en la médula espinal.
Los pacientes suelen iniciar su estudio por presentar dolor de cabeza e inestabilidad. Algunos llegan a desarrollar una hidrocefalia secundaria o bien síntomas en los miembros, si el tumor tiene relación con la médula espinal.
Se presenta sobre todo en la edad adulta y presentarse como una lesión única.
El diagnóstico se logra mediante la toma de resonancia cerebral (RM) en donde se observa una lesión que capta contraste y se rodea de un quiste.
Es conveniente llevar a cabo, además, una arteriografia cerebral. Al inyectarse el contraste la lesión se ilumina claramente al estar ricamente vascularizada.
El tratamiento es quirúrgico para efectuar su resección.
Presentamos un caso de un paciente de 39 años de edad con síntomas de dolor de cabeza progresivos y ocasionalmente acompañado de vomito.